noviembre 07, 2013

Película del día

Gravity - Alfonso Cuarón , 2013

La vida en el espacio es imposible! Del mismo modo habría sido casi imposible pensar en realizar una película como "Gravity" tan sólo diez años atrás. Visto y considerado la extensa elaboración del último esfuerzo firmado Alfonso Cuarón. A fin de cuentas, sin embargo, no es en estas dos imposibilidades que "Gravity" se centra : nos orbita alrededor, como los detritos que desencadenan los espectaculares acontecimientos que nos arrastran consigo mismo a lo largo de una hora y media que te corta la respiración. Noventa minutos transcurridos en apnea, con una bombona de oxígeno en la mano, mientras venimos arrollados por una experiencia agotadora, extenuante por la mezcla de sensaciones maravillosamente poco convergentes. Por que en "Gravity" sonreímos, nos inquietamos y sufrímos : de náuseas, de claustrofobia, de vértigo. Una película que devuelve prepotentemente sentido no sólo a la sala, sino casi de consecuencia también al 3D - y este último, en retrospectiva, es la verdadera noticia. Simplemente inconcebible pensar a las sugerentes imágenes sin el uso de una técnica que definirla superfina sería realmente un eufemismo. Técnica que carga fuertemente todo aquello que se desplaza por la pantalla, dando a "Gravity" un vigor visual y narrativo que nunca se había visto hasta ahora.

Cuando la doctora Ryan Stone gira sobre sí misma perdida en el espacio, después que una lluvia de detritos, formada por trozos de satélites y estaciones espaciales, cayera sobre el Shuttle y el telescopio Hubble eliminando gran parte de la tripulación, Cuarón mueve la cámara hasta llegar al primer plano del personaje presa del pánico. Poco a poco se pasa a la visera del casco y la mirada gira hasta convertirse en una subjetiva (una de las dos utilizadas en toda la película). El espectador, en ese preciso momento, está dentro del traje espacial y ve los colores y las luces del planeta Tierra y la oscuridad del espacio como en una centrífuga, en un movimiento circular sin control, debido a que la visión está fuera de control en la inmensidad de la nada. Para poder ver debes tener puntos de referencia - así como en la vida así también en el Cine - y Ryan Stone los ha perdido todos. Metáfora de la dificultad del ser humano de tratar de tener certezas emocionales. Y, por otra parte, el enjambre de detritos golpea cada noventa minutos con la intención de perturbarte emocionalmente y físicamente. Cada noventa minutos, la duración de una película, como si quisiera decirnos que el cine incide profundamente en la mente del espectador. La metáfora metacinematográfica es la más intensa de "Gravity", como si Cuarón nos dijiera que el acto de ver es la necesidad primordial de ser, de existir.

Alfonso Cuarón forma parte de la ya establecida "Escuela Mexicana" del cine contemporáneo (junto a Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu). Misma fuente, gustos cinematográficos parecidos, el cuidado de la puesta en escena, una gran capacidad de utilizar las herramientas cinematográficas, recorridos productivos paralelos (entre México y Estados Unidos, los tres directores han realizado pequeñas películas y grandes producciones con las majors y estrellas hollywoodianas), Cuarón hace cine espectacular, pero manteniendose anclado a temas personales recurrentes : la soledad, la visión de la muerte, el renacimiento, de la misma forma como los había ya afrontado en su anterior obra, la bellísima "Children of Men", en un futuro distópico, una sociedad moribunda donde no nacen más niños."Gravity" es una obra impregnada de narración hasta la médula, y que en ningún caso va en contra de una ambición y propensión innata, es decir, relatar una historia. Historia que, en superficie, es sobre todo la de tres astronautas que son víctimas de un rocambolesco accidente. Después de un interminable, bellísimo plano secuencia, en efecto, la extensiva pero espectacular atmósfera es improvisamente volcada por una desgracia de proporciones epocales. Tras el desafortunado incidente, dos de los tres astronautas permanecen aislados mientras flotan en el vacío, sin ninguna comunicación, sin ninguna forma de alcanzar la única meta que se impone desde el primer momento :  la Tierra.

A un cierto punto, sin embargo, después de  haber diseminado pequeños fragmentos dispersos en la primera parte, la película cambia gradualmente de registro. Hasta la cúspide de este proceso, cuando el contexto requiere un pequeño esfuerzo al espectador para entrar en la nueva piel de la historia. En una agraciada sucesión de cambios de perspectiva , "Gravity" se produce en una de sus virtudes más luminosas, aquella que nos transporta literalmente de la tercera a la primera persona con una elegancia única, pero sobre todo funcional. Nada parece dejado al azar en la exhibición de la capacidad técnica de esta obra, cada movimiento de cámara, cada salto, cada elemento que se mueve por la pantalla aparece en su lugar. Al igual que sustanciales son algunos destellos en el fondo, enfocados o no : un trabajo meritorio, concebido y realizado con una habilidad envidiable. ¿y , qué decir del sonido? Aquí se encuentra la primera, matizada metáfora de "Gravity", que tiende a embellecer de manera llamativa incluso el más aparentemente insignificante de los sonidos, de los efectos . ¿Cómo? Simplemente usando de forma decorosa el silencio, componente de extrema importancia en "Gravity". Y aquí se abre un abismo especulativo, sobre el cual no puedo más que detenerme, a duras penas.

Por que reduciendo la descripción de "Gravity" al mínimo, diría que la película de Cuarón ilustra la historia de un parto, cuya gestación dura 91 minutos en lugar de los canónicos nueve meses de embarazo. A sugerirnoslo, de forma poco equivocable, algunas referencias conceptuales evidentes en las imágenes: la posición fetal dentro del habitáculo, los numerosos "cordónes umbilicales", la espectacular caída de los detritos que, en contacto con la atmósfera terrestre, recuerdan la loca carrera de los espermatozoides en proximidad a la fecundación. La caída a la Tierra de la cápsula espacial es una semilla que hace florecer la vida, el agua del lago (mar?) es la cuna de la vida. El personaje se deshace de la escafandra, de la piel artificial muerta, para poder resurgir y se arrastra jadeante sobre la playa arcillosa, para después  ponerse de pie fatigosamente y caminar. La evolución de la vida: el carbono que llega del espacio, la vida que crece en el agua, pez, anfibio, reptil, simio, homo sapiens. En fin, resulta fácil deducirlo atravez de lo que acabo de expresar, esta es la historia de un renacimiento. Por que es esto que necesita uno de los dos protagonistas, es decir renacer a nueva vida después de que un ser querido se haya llevado consigo la propia. Pérdida como verdadero motor, como sólo se puede reconstruir más tarde, cuando el aún determinante episodio de la fatídica colisión inicial es redimensionado por una puesta en escena que asume un significado mucho más alto y complejo.

No me queda mas que mencionar el óptimo trabajo realizado por George Clooney y Sandra Bullock : centrado el primero, brillante la segunda, sin exploit de ningún tipo. Ellos también contribuyen al éxito encomiable de una película que no da un instante de tregua al espectador, apremiándolo en todo lo posible, de principio a fin. "Gravity" se dilata a lo largo de todo su metraje, no desperdicia nada, exprimiendo al máximo todo lo que hay que exprimir. No se trata de redefinir un género, un sector o incluso un medio. El punto es que "Gravity", en última instancia, consigue  hacer vivir/sentir al espectador aquello que muestra en imágenes, como nadie lo había hecho hasta ahora - y ciertamente no por falta de medios. Y con elementos que, en términos de mera narración, se limítan a poco menos de dos ambientes y sólo dos personajes: lo suficiente para construir una historia y adaptarla de manera formidable. Sólo entonces, cuando nos encontramos totalmente a merced de ciertas imágenes, tiene sentido preguntarse qué es esta gravedad, que, según la propia definición, no es más que una fuerza que atrae. A este punto no queda más que dar el siguiente paso, hacernos una ulterior pregunta: ¿hacia dónde nos atrae tal fuerza?.

Valoración : 9 / 10


En dos palabras : "Gravity" traza inequívocamente una nueva ruta para el cine; camino claramente recorrido por grandes precursores e ilustres cineastas que a la llegada de nuevas, a veces impresionantes tecnologías han sido capaces de ver mucho más que la fuerza bruta, generalmente fin en sí misma. "Gravity" es esencialmente una forma innovadora no tanto de hacer cine como de contar una historia. Meta eminente que, en consecuencia, pone todo como cine de altísimo nivel. Con su último trabajo, Alfonso Cuarón da en el blanco, realiza una película que te dan ganas de volver a visionar y que investiga, con un gran sentido de la espectacularidad, las oscuras profundidades del alma humana.

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